DERECHO DE FAMILIA – DIVORCIO

No, es posible el divorcio directo desde el 2005 que se reformó la Ley en este sentido.

El tiempo que nos puede llevar obtener la sentencia es indeterminado, principalmente porque dependerá del trabajo atrasado que tenga el Juzgado que conoce de nuestro asunto.

No obstante, y sólo de forma orientativa, podemos decir que en los casos de un divorcio/separación de mutuo acuerdo suele oscilar entre los tres y los cinco meses, y en los contenciosos puede llegar a tardar hasta nueve meses o un año.

En caso de tramitar el divorcio mediante un procedimiento de mediación, el tiempo será el que vosotros decidáis.

Es lógico pensar que la obligación de actualizarla corresponde al cónyuge que debe abonar la misma, sin que sea necesario notificación previa por parte del otro cónyuge, ya que los índices de actualización pueden ser conocidos directamente por él mismo. No obstante, es conveniente que en el Convenio Regulador se introduzca una frase similar a la siguiente: “La obligación de actualizar la pensión corresponderá al cónyuge que debe efectuar el pago de la misma, sin que sea necesario notificación o requerimiento por parte del otro”, o bien que este extremo se especifique en la Sentencia.

La fórmula más habitual para actualizar la pensión es con base en el IPC (Índice de Precios al Consumo), de cuya publicación se encarga el INE (Instituto Nacional de Estadística). Aquí os facilitamos enlace a calculadora para actualizar la pensión: http://ine.es/calcula/

La patria potestad son los deberes y derechos en relación con los hijos. A efectos prácticos, sería la capacidad de decidir sobre ellos y representarlos a ellos y a sus bienes. Normalmente, a excepción de malos tratos o similares, la patria potestad será siempre compartida entre los cónyuges.

Viene regulada en el artículo 80 del Código Civil y es independiente a la patria potestad. La guardia y custodia se puede atribuir a uno de los cónyuges, a ambos, o atribuirse a una tercera persona.

En caso de que la guarda y custodia se otorgue a solo uno de los cónyuges, el otro tendrá derecho a visitar a los hijos, debiéndose establecer unos horarios (régimen de visitas). Por tanto, el progenitor que no tenga consigo a los hijos gozará del derecho a visitarles, comunicarse con ellos y tenerles en su compañía. Para ello, habrá que determinar el tiempo, modo y lugar del ejercicio de este derecho, que podrá limitarse o suspenderse si se dieran graves circunstancias que así lo aconsejaren o se incumplieren grave o reiteradamente los deberes impuestos por la resolución judicial.

En el despacho estamos muy sensibilizados con esta cuestión y jamás hemos considerado que una mascota pueda ser tratada como “cosa”. Por ello, os ayudaremos a acordar un régimen de visitas que os permita a ambos disfrutar de vuestra mascota.

Sí, en los casos en los que se acuerde una guarda y custodia compartida, puede establecerse también el derecho a una pensión de alimentos cuando las diferencias económicas entre ambos progenitores así lo aconsejen.

El régimen económico matrimonial regula la relación económica de los cónyuges en un matrimonio y será el que los cónyuges estipulen a través de las capitulaciones matrimoniales. A falta de las capitulaciones matrimoniales, el régimen será el de la sociedad de gananciales.

Mediante esta sociedad, se hacen comunes para los cónyuges las ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán atribuidos por mitad al disolverse aquélla. Para ello, se procederá a su liquidación, que comenzará por un inventario de los bienes y finalizará con su reparto a partes iguales.

Otra opción de régimen económico matrimonial es la separación de bienes, por la cual pertenecen a cada uno de los cónyuges los bienes que tuviesen antes de casarse, y los que adquieran durante el matrimonio, correspondiéndole el uso y disfrute de esos bienes a cada uno y pudiendo disponer libremente de ellos. Además, el patrimonio personal de cada cónyuge es diferente e independiente del de su esposo o esposa.

Por último, el régimen de participación viene a ser una mezcla de los dos anteriores, rigiendo la separación de bienes durante la vigencia del matrimonio y naciendo al tiempo de su disolución un derecho de participación para cada uno de ellos en las gananciales del otro.